Espacio de difusión, análisis y debate
Abartraba inicia otro camino en su actividad de difusión y promoción, con los artículos del escritor René Avilés Fabila, abre las puertas para el análisis, discusión y debate. Lo publicado es responsabilidad de los autores y tendrán cabida las respuestas de quienes son mencionados o se sientan aludidos.
René Avilés Fabila ® Borzelli Photography
Consuelo Sáizar: ¿Quién es realmente?
Cuando Vicente Fox nombró a Consuelo Sáizar directora del Fondo de Cultura Económica en sustitución de Gonzalo Celorio, escritor y académico de larga trayectoria, yo no tenía idea quién era ella. Así que acepté la invitación de la SOGEM para verla. Asistimos una treintena de narradores y poetas, casi ninguno la conocía. Cuando se presentó dijo algo curioso: “No soy panista y no tengo las preferencias sexuales habituales.” En el medio intelectual, eso no impresiona. Algunos de mis mejores amigos son homosexuales. Lo llamativo realmente es que una desconocida iba a conducir la más importante editorial. Añado que en el FCE publiqué mi primer libro en 1969, en la colección Letras Mexicanas, y al llegar Sáizar había editado varios más. Dio órdenes inmediatas para cancelar cualquier posible reedición.
Más adelante, Sergio Vela salió de Conaculta por su marcada ineptitud y ella pasó a sustituirlo. Si Vela es pianista y culto, Consuelo no tiene ningún mérito académico o intelectual, no es artista, nunca ha escrito nada. Pero con el panismo es usual el desprecio por la cultura. Recordemos a Sari Bermúdez. Los méritos de Consuelo son su larga admiración por dos intelectuales al servicio del PRD. Yo había propuesto la creación del Museo del Escritor, un proyecto de largo aliento que ha sido apoyado por multitud de académicos, escritores, artistas e instituciones educativas y culturales. El papeleo puede ser visto en el blog www.museodelescritormex.blogspot.com. Cuando Sáizar llegó a Conaculta nombró a Fernando Serrano Migallón como secretario cultural, un burócrata que ha ocupado diversos cargos administrativos y cuya obra son libros de cocina y trabajos jurídicos menores. Volví a llevarles el proyecto que estuvo en manos de Vela. En un desayuno donde estuvimos Sáizar, Serrano, Humberto Musacchio y yo, Consuelo dijo para alejar mi petición: “Soy funcionaria pública y tengo la obligación de recibir a todos, pero no de cumplirles sus deseos”. Decidí que no había más que hacer a pesar de que he seguido enviando correspondencia de muchos sitios para salvar al ex Oratorio de San Felipe Neri, el edificio que pensamos podía albergar al museo y que nadie en el gobierno sabe su destino.
Desesperado por la majadería de Sáizar y su empleado Serrano, recurrí a la Presidencia, porque Calderón ha insistido en que hay transparencia, eficacia y oídos sensibles a la ciudadanía. De Los Pinos dijeron que el caso había sido turnado a Sáizar. ¿Para qué si las puertas del Consejo estaban cerradas, como diría Revueltas, a piedra y odio? ¿Cuál era el objeto, si en la carta le explicábamos a Calderón que la señora manejaba aquello como empresa personal, que tenía sus favoritos y a otros los detestaba, sin importar el daño al gobierno calderonista? Al fin Serrano mandó una carta mal redactada dándonos largas. También aparece en el citado blog.
El PAN y Calderón no escuchan, no tienen interés en la cultura. En la carta le decía que era un momento ideal, Bicentenario y Centenario, para que se apoyara la creación de un gran Museo del Escritor, único en el mundo, con una exposición llamada “200 años de literatura mexicana”. Un funcionario de Bravo Mena, para justificarse, me dijo telefónicamente que ellos no solían dar órdenes a las dependencias. ¿Qué? Con razón el gobierno de Calderón está a la baja y cada quien hace lo que le viene en gana, sin orden. El museo existe, está en Narvarte y pronto estará en la delegación Miguel Hidalgo y tendrá éxito. Es sin duda un proyecto de grandes dimensiones difíciles de enumerar en poco espacio.
Fernando de Ita señaló dos cosas: la inactividad de Sáizar y su tendencia al exhibicionismo. Está en todos los festejos, pero no hay trabajo serio. El sábado anterior, un columnista de Excélsior señaló como rumor bien fundado que Sáizar se iba de Conaculta y que harían una limpia al comprobarse ineptitud y corrupción (caso Arturo Saucedo). Ignoro si será cierto, pero es tiempo de poner orden en la esfera cultural, donde México jamás ha sido país atrasado, donde hubo mejores momentos cuando el Estado se preocupaba por crear museos e instituciones artísticas. ¿Qué nos pasó?, ¿por qué el Fondo y el Consejo estuvieron y están en sus manos?, ¿quién la protege?, ¿cuáles son los intereses de Calderón al darle tanto poder a una mujer incapaz, de nulos merecimientos y enorme resentimiento social? Lo ignoro. Pero es evidente que la cultura oficial requiere cirugía mayor y estar sujeta a una inteligente política cultural, que no ha tenido. No serán Sáizar y Serrano quienes lo hagan. Son parte de una burocracia recién llegada a la cultura que actúa en función de sus intereses y que cuenta con intelectuales muy premiados y afines a López Obrador como asesores y protegidos. Los demás no tenemos importancia para ella, pese a que algunos tengamos largas carreras dentro de la cultura, el periodismo y la academia nacional. Falta una sede digna para el Museo del Escritor, como le dije a un empleado de Bravo Mena: el PAN se irá del poder y nosotros, como el dinosaurio de Monterroso, seguiremos aquí, trabajando por México.
René Avilés Fabila, www.reneavilesfabila.com.mx, www.recordanzas.blogspot.com
Opinión, Lunes 18 de Enero, 2010 | Hora de creación: 02:44| Ultima modificación: 02:46
Cuando Vicente Fox nombró a Consuelo Sáizar directora del Fondo de Cultura Económica en sustitución de Gonzalo Celorio, escritor y académico de larga trayectoria, yo no tenía idea quién era ella. Así que acepté la invitación de la SOGEM para verla. Asistimos una treintena de narradores y poetas, casi ninguno la conocía. Cuando se presentó dijo algo curioso: “No soy panista y no tengo las preferencias sexuales habituales.” En el medio intelectual, eso no impresiona. Algunos de mis mejores amigos son homosexuales. Lo llamativo realmente es que una desconocida iba a conducir la más importante editorial. Añado que en el FCE publiqué mi primer libro en 1969, en la colección Letras Mexicanas, y al llegar Sáizar había editado varios más. Dio órdenes inmediatas para cancelar cualquier posible reedición.
Más adelante, Sergio Vela salió de Conaculta por su marcada ineptitud y ella pasó a sustituirlo. Si Vela es pianista y culto, Consuelo no tiene ningún mérito académico o intelectual, no es artista, nunca ha escrito nada. Pero con el panismo es usual el desprecio por la cultura. Recordemos a Sari Bermúdez. Los méritos de Consuelo son su larga admiración por dos intelectuales al servicio del PRD. Yo había propuesto la creación del Museo del Escritor, un proyecto de largo aliento que ha sido apoyado por multitud de académicos, escritores, artistas e instituciones educativas y culturales. El papeleo puede ser visto en el blog www.museodelescritormex.blogspot.com. Cuando Sáizar llegó a Conaculta nombró a Fernando Serrano Migallón como secretario cultural, un burócrata que ha ocupado diversos cargos administrativos y cuya obra son libros de cocina y trabajos jurídicos menores. Volví a llevarles el proyecto que estuvo en manos de Vela. En un desayuno donde estuvimos Sáizar, Serrano, Humberto Musacchio y yo, Consuelo dijo para alejar mi petición: “Soy funcionaria pública y tengo la obligación de recibir a todos, pero no de cumplirles sus deseos”. Decidí que no había más que hacer a pesar de que he seguido enviando correspondencia de muchos sitios para salvar al ex Oratorio de San Felipe Neri, el edificio que pensamos podía albergar al museo y que nadie en el gobierno sabe su destino.
Desesperado por la majadería de Sáizar y su empleado Serrano, recurrí a la Presidencia, porque Calderón ha insistido en que hay transparencia, eficacia y oídos sensibles a la ciudadanía. De Los Pinos dijeron que el caso había sido turnado a Sáizar. ¿Para qué si las puertas del Consejo estaban cerradas, como diría Revueltas, a piedra y odio? ¿Cuál era el objeto, si en la carta le explicábamos a Calderón que la señora manejaba aquello como empresa personal, que tenía sus favoritos y a otros los detestaba, sin importar el daño al gobierno calderonista? Al fin Serrano mandó una carta mal redactada dándonos largas. También aparece en el citado blog.
El PAN y Calderón no escuchan, no tienen interés en la cultura. En la carta le decía que era un momento ideal, Bicentenario y Centenario, para que se apoyara la creación de un gran Museo del Escritor, único en el mundo, con una exposición llamada “200 años de literatura mexicana”. Un funcionario de Bravo Mena, para justificarse, me dijo telefónicamente que ellos no solían dar órdenes a las dependencias. ¿Qué? Con razón el gobierno de Calderón está a la baja y cada quien hace lo que le viene en gana, sin orden. El museo existe, está en Narvarte y pronto estará en la delegación Miguel Hidalgo y tendrá éxito. Es sin duda un proyecto de grandes dimensiones difíciles de enumerar en poco espacio.
Fernando de Ita señaló dos cosas: la inactividad de Sáizar y su tendencia al exhibicionismo. Está en todos los festejos, pero no hay trabajo serio. El sábado anterior, un columnista de Excélsior señaló como rumor bien fundado que Sáizar se iba de Conaculta y que harían una limpia al comprobarse ineptitud y corrupción (caso Arturo Saucedo). Ignoro si será cierto, pero es tiempo de poner orden en la esfera cultural, donde México jamás ha sido país atrasado, donde hubo mejores momentos cuando el Estado se preocupaba por crear museos e instituciones artísticas. ¿Qué nos pasó?, ¿por qué el Fondo y el Consejo estuvieron y están en sus manos?, ¿quién la protege?, ¿cuáles son los intereses de Calderón al darle tanto poder a una mujer incapaz, de nulos merecimientos y enorme resentimiento social? Lo ignoro. Pero es evidente que la cultura oficial requiere cirugía mayor y estar sujeta a una inteligente política cultural, que no ha tenido. No serán Sáizar y Serrano quienes lo hagan. Son parte de una burocracia recién llegada a la cultura que actúa en función de sus intereses y que cuenta con intelectuales muy premiados y afines a López Obrador como asesores y protegidos. Los demás no tenemos importancia para ella, pese a que algunos tengamos largas carreras dentro de la cultura, el periodismo y la academia nacional. Falta una sede digna para el Museo del Escritor, como le dije a un empleado de Bravo Mena: el PAN se irá del poder y nosotros, como el dinosaurio de Monterroso, seguiremos aquí, trabajando por México.
® Borzelli Photography
Ya sé quién es Consuelo Sáizar
Pocas veces un artículo mío había tenido una reacción como la que provocó el anterior. He recibido multitud de correos, comentarios telefónicos y opiniones de personas que han tratado a Consuelo Sáizar. Empezaré por señalar que cuando la vi en la SOGEM, dije con cortesía “mucho gusto”. Su reacción fue dura: “Ya nos conocemos”. Honestamente no recordaba que me hizo alguna entrevista radiofónica. Pero ésa, es pura sospecha. Mi mala memoria desató una enemistad que me ha costado caro. De inmediato me declaró persona non grata para el Fondo de Cultura Económica. Uno de sus funcionarios dijo en público que yo era enemigo de la empresa. Ridículo, allí edité varios libros con buena fortuna. En todo caso podía no simpatizarme Sáizar, pero por la institución tengo cariño y gratitud. Fue mi casa en una época. Esta historia boba me dio la idea de que es una mujer ruda, autoritaria y majadera y vengativa.
Entre los muchos correos que recibí, destaca uno de Joel Ortega Juárez. Su historia es simple. Publicó en el Fondo su autobiografía: El otro camino, 45 años de trinchera en trinchera. Sáizar primero la congeló y luego la retiró del mercado. Algo peor me cuentan Gonzalo Martré y Orlando Guillén: ni siquiera aceptó trato con ellos, escritores de largo historial. Simplemente los vio como basura, olvidando que hablamos de una editorial del Estado, pagada con nuestros impuestos, no de una empresa suya. Ambos se defendieron con las armas que Consuelo les dejó: la sátira. En diversos diarios, distintos escritores y artistas en general se han quejado de su brutalidad. La lista puede ser infinita. Los elogios hacia su trabajo todavía no me llegan, a menos que me digan que mantuvo las finanzas del Fondo en buen estado. Primero, era su trabajo y le pagaban muy bien, segundo, es una empresa subsidiada. Finalmente, la mayoría de los correos y llamadas insisten en su trato despótico, que hoy se ve empeorado con la presencia de Fernando Serrano Migallón, arrogante en exceso e ignoro por qué.
Me desconcierta el rotundo rechazo de Sáizar al Museo del Escritor. Tiene un Consejo Directivo integrado por 13 intelectuales distinguidos y está registrado ante notario público, apoyado por importantes instituciones educativas que ven con simpatía su creación, ella debería entender y apreciar un proyecto de este tipo. México es un país de grandes museos, ¿por qué no crear uno más, uno que no tenga par en el mundo? Lo más grave es que la negativa haya sido avalada por la Presidencia de la República, a donde nos remitimos con docenas de documentos, cartas y firmas recomendando su desarrollo. No hallo sentido al comportamiento destructivo de Sáizar. Es, en todo caso, una venganza: mostrarme que soy poca cosa y que ella tiene el poder. Mi pregunta es, ¿por cuánto tiempo, aún imaginando que el PAN soporte su conducta? Le quedan dos años, 10 meses, 11 días y 6 horas. Tarde o temprano Sáizar desaparecerá de la cultura nacional, será un recuerdo vago como lo es Sari Bermúdez.
Muchos sabemos de dónde le viene el poderío, pero eso no es importante, lo fundamental es que todo un gobierno encabezado por Felipe Calderón se ponga a sus pies. Un periodista afamado me comentó que en algún momento, cuando Sáizar era directora del Fondo, el presidente le dijo que la imaginaba al frente de Conaculta. La responsabilidad no es, pues, de Sáizar, sino del propio mandatario. Cuando discutí la petición suscrita por personalidades con funcionarios al servicio de Felipe Bravo Mena, le mostré mi asombro ante la capacidad de tolerancia o ingenuidad de su jefe, Calderón. Sáizar es santa protectora de acentuados militantes de López Obrador como Carlos Monsiváis, quien una y otra vez critica y se mofa del Presidente. Torpe forma la suya de intentar ser “servidora pública”, una persona que no se digna recibir más que a sus más cercanos intelectuales, pocos por cierto.
Me parece que el servicio público es justo para atender a la ciudadanía. Pero los tiempos y las personas cambian. Todos son autoridad. No me importa cómo era Sáizar cuando trabajaba en una empresa privada, cómo trataba a la gente. Otro es el caso cuando estamos al frente de tareas oficiales. Las he tenido: en la UNAM fui director general de Difusión Cultural, jamás traté con grosería a nadie. El mismo cargo ocupé en la UAM-X y dudo que alguien pueda decir que lo maltraté o di órdenes groseras.
El Conaculta fue, por causas políticas, un parto apresurado. Su primer presidente fue Víctor Flores Olea; siempre ha carecido de política cultural. Ninguno de sus conductores ha dejado de mencionarla, pero ninguno la ha creado. Nadie ha solicitado su opinión a la comunidad artística e intelectual, a los periodistas especializados, a los académicos. Ha sido manejado con prepotencia, para beneficiar a los amigos y rechazar a los demás.
Ahora sé quién es Sáizar, mi siguiente pregunta es, ¿qué demonios hace manejando la cultura nacional? La veo como una ranchera exitosa dentro de un Cádillac.
René Avilés Fabila, www.reneavilesfabila.com.mx, www.recordanzas.blogspot.com
Opinión, Miércoles 20 de Enero, 2010 | Hora de creación: 02:31| Ultima modificación: 03:03Pocas veces un artículo mío había tenido una reacción como la que provocó el anterior. He recibido multitud de correos, comentarios telefónicos y opiniones de personas que han tratado a Consuelo Sáizar. Empezaré por señalar que cuando la vi en la SOGEM, dije con cortesía “mucho gusto”. Su reacción fue dura: “Ya nos conocemos”. Honestamente no recordaba que me hizo alguna entrevista radiofónica. Pero ésa, es pura sospecha. Mi mala memoria desató una enemistad que me ha costado caro. De inmediato me declaró persona non grata para el Fondo de Cultura Económica. Uno de sus funcionarios dijo en público que yo era enemigo de la empresa. Ridículo, allí edité varios libros con buena fortuna. En todo caso podía no simpatizarme Sáizar, pero por la institución tengo cariño y gratitud. Fue mi casa en una época. Esta historia boba me dio la idea de que es una mujer ruda, autoritaria y majadera y vengativa.
Entre los muchos correos que recibí, destaca uno de Joel Ortega Juárez. Su historia es simple. Publicó en el Fondo su autobiografía: El otro camino, 45 años de trinchera en trinchera. Sáizar primero la congeló y luego la retiró del mercado. Algo peor me cuentan Gonzalo Martré y Orlando Guillén: ni siquiera aceptó trato con ellos, escritores de largo historial. Simplemente los vio como basura, olvidando que hablamos de una editorial del Estado, pagada con nuestros impuestos, no de una empresa suya. Ambos se defendieron con las armas que Consuelo les dejó: la sátira. En diversos diarios, distintos escritores y artistas en general se han quejado de su brutalidad. La lista puede ser infinita. Los elogios hacia su trabajo todavía no me llegan, a menos que me digan que mantuvo las finanzas del Fondo en buen estado. Primero, era su trabajo y le pagaban muy bien, segundo, es una empresa subsidiada. Finalmente, la mayoría de los correos y llamadas insisten en su trato despótico, que hoy se ve empeorado con la presencia de Fernando Serrano Migallón, arrogante en exceso e ignoro por qué.
Me desconcierta el rotundo rechazo de Sáizar al Museo del Escritor. Tiene un Consejo Directivo integrado por 13 intelectuales distinguidos y está registrado ante notario público, apoyado por importantes instituciones educativas que ven con simpatía su creación, ella debería entender y apreciar un proyecto de este tipo. México es un país de grandes museos, ¿por qué no crear uno más, uno que no tenga par en el mundo? Lo más grave es que la negativa haya sido avalada por la Presidencia de la República, a donde nos remitimos con docenas de documentos, cartas y firmas recomendando su desarrollo. No hallo sentido al comportamiento destructivo de Sáizar. Es, en todo caso, una venganza: mostrarme que soy poca cosa y que ella tiene el poder. Mi pregunta es, ¿por cuánto tiempo, aún imaginando que el PAN soporte su conducta? Le quedan dos años, 10 meses, 11 días y 6 horas. Tarde o temprano Sáizar desaparecerá de la cultura nacional, será un recuerdo vago como lo es Sari Bermúdez.
Muchos sabemos de dónde le viene el poderío, pero eso no es importante, lo fundamental es que todo un gobierno encabezado por Felipe Calderón se ponga a sus pies. Un periodista afamado me comentó que en algún momento, cuando Sáizar era directora del Fondo, el presidente le dijo que la imaginaba al frente de Conaculta. La responsabilidad no es, pues, de Sáizar, sino del propio mandatario. Cuando discutí la petición suscrita por personalidades con funcionarios al servicio de Felipe Bravo Mena, le mostré mi asombro ante la capacidad de tolerancia o ingenuidad de su jefe, Calderón. Sáizar es santa protectora de acentuados militantes de López Obrador como Carlos Monsiváis, quien una y otra vez critica y se mofa del Presidente. Torpe forma la suya de intentar ser “servidora pública”, una persona que no se digna recibir más que a sus más cercanos intelectuales, pocos por cierto.
Me parece que el servicio público es justo para atender a la ciudadanía. Pero los tiempos y las personas cambian. Todos son autoridad. No me importa cómo era Sáizar cuando trabajaba en una empresa privada, cómo trataba a la gente. Otro es el caso cuando estamos al frente de tareas oficiales. Las he tenido: en la UNAM fui director general de Difusión Cultural, jamás traté con grosería a nadie. El mismo cargo ocupé en la UAM-X y dudo que alguien pueda decir que lo maltraté o di órdenes groseras.
El Conaculta fue, por causas políticas, un parto apresurado. Su primer presidente fue Víctor Flores Olea; siempre ha carecido de política cultural. Ninguno de sus conductores ha dejado de mencionarla, pero ninguno la ha creado. Nadie ha solicitado su opinión a la comunidad artística e intelectual, a los periodistas especializados, a los académicos. Ha sido manejado con prepotencia, para beneficiar a los amigos y rechazar a los demás.
Ahora sé quién es Sáizar, mi siguiente pregunta es, ¿qué demonios hace manejando la cultura nacional? La veo como una ranchera exitosa dentro de un Cádillac.
Fotografías: Pascual Borzelli Iglesias para abartraba
Diseño y edición: Miguel Borzelli Arenas
¡FELICIDADES! EL ARTÍCULO DE RENÉ AVILÉS ME AGRADÓ MUCHO Y ME HIZO CORROBORAR LO QUE TODOS SABEMOS: POR ESO ESTAMOS EN MÉXICO COMO ESTAMOS, POR FUNCIONARIOS ASÍ...ES QUE NO HAY DESARROLLO CULTURAL, NI ECONÓMICO, NI POLÍTICO Y YA PARA QUÉ LE SIGO.
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