Instalaciones e Intervenciones de Arte
de abracadabra
de abracadabra
Una vez que la euforia de la fiesta por el Bicentenario ha pasado, es el momento de detenerse y hacer una reflexión sobre este acontecimiento histórico, que no sólo se vive en nuestro país, sino que es compartido por varios países de América Latina. Por lo tanto la reflexión es compartida, pero cada nación tiene sus particularidades.
En México la búsqueda continua de la identidad es una asignatura pendiente. Y aunque muchos no crean que ya existe una, aún se siguen preguntando ¿de qué está hecho el mexicano?
En México la búsqueda continua de la identidad es una asignatura pendiente. Y aunque muchos no crean que ya existe una, aún se siguen preguntando ¿de qué está hecho el mexicano?
El colectivo abracadabra decidió montar una serie de instalaciones en la Capilla de Arte, en la ciudad de Puebla (2 norte, número 6, Col. Centro) siguiendo con la temática de la Revolución, para reconstruir y construir nuevos campos semánticos, los cuales nos trasladan de una época a otra, retrotrayéndonos hacia el presente, y ver que no ha cambiado nada, quizá.
Como en otras exposiciones que se han dado este año, ésta es una resignificación de muchos lugares comunes que nos siguen dando identidad. Que pueden llegar a constituir un discurso contestatario y que da lugar a múltiples interpretaciones.
Dentro de la exposición nos encontraremos con elementos presentes en el Arte Popular, con técnicas conocidas de sobra por todos -como el arte textil o el maguey- y que sirven de marco para re-pensar el significado de la nueva mexicanidad.
En las instalaciones realizadas no sólo están presentes los lugares comunes sino también el espacio para la reflexión: ¿son estos los símbolos o imágenes que aún nos siguen representando como mexicanos?
¿Hacia dónde ir cuando no nos queda otro asidero, mas que los viejos clichés fabricados de sobra por los medios de comunicación?
La respuesta se encuentra en el veedor que no es engañado, a lo mucho transportado a un espejo partido en pedazos, cuyos restos no se han caído del todo de aquél muro que parecía infranqueable, el muro del tiempo; y que continúa siendo una máscara de felicidad pero con un rostro debajo de ésta, demasiado gastado.
La exposición permanecerá hasta el 31 de octubre de 2010.
Fotografías, texto, edición y diseño: Óscar Alarcón para abartraba, 2010.
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